La primera parte del foro se dedicó a desafiar el edadismo y a redefinir la narrativa sobre la longevidad, destacando la necesidad de una sociedad intergeneracional. En este marco, se realizó el lanzamiento de la campaña “¿Y quién dice que es tarde?”. Esta sesión puso de manifiesto cómo los prejuicios y estereotipos relacionados con la edad pueden influir, mayormente de manera negativa en políticas y prácticas sociales y económicas.

La segunda sesión se centró en los desafíos y oportunidades de la transición demográfica hacia el envejecimiento, analizando la longevidad desde perspectivas profesionales, intersectoriales y de políticas públicas. Se destacó la importancia de respuestas colectivas y la integración de la economía plateada en este nuevo contexto demográfico, subrayando su potencial para generar inclusión y desarrollo.

En la tercera sesión, se exploró el uso de la tecnología y la innovación social en el cuidado de la salud y el bienestar de las personas mayores. Se discutió cómo la tecnología puede mejorar la calidad de vida y se examinaron soluciones innovadoras para responder a los desafíos del envejecimiento.

La cuarta sesión integró diferentes aspectos de la vida de las personas mayores, presentando la economía plateada como un motor de crecimiento económico y discutiendo cómo se puede generar inclusión y economías regenerativas. Se abordaron los estereotipos asociados a la edad y al género y sus implicaciones en las opciones de inclusión financiera, así como modelos de innovación y emprendimiento.

Finalmente, la quinta sesión se enfocó en la construcción de una agenda común para la Economía Plateada, con el objetivo de lograr un impacto colectivo. Se exploraron mecanismos efectivos para generar consenso sobre la naturaleza del problema y sus soluciones, identificar alianzas multisectoriales necesarias y establecer los requisitos esenciales para respaldar la acción colectiva.