El 14 de junio de 1978 ocurre el asesinato de Jorge Camacho. Herido en la Universidad de Panamá, ese día, en las afueras de la sucursal de la Caja de Ahorros, en el campus universitario, en medio de las protestas por la visita del presidente James Carter a Panamá. Jorge Camacho tenía 21 años de edad, soltero, estudiante de la Facultad de Filosofía, Letras y Educación de la Universidad de Panamá. Líder estudiantil y dirigente del Frente Estudiantil Revolucionario (FER-29). Ejemplo del dirigente revolucionario, disciplinado, combativo y responsable. Militante a toda prueba.
En esos días se esperaba la llegada del presidente Carter a Panamá para los procesos de ratificación del Tratado Torrijos-Carter de 1977. Los grupos estudiantiles universitarios, de las escuelas secundarias y sectores populares estaban protestando por la visita del Presidente de Estados Unidos (EU) a Panamá.
Los cuerpos de seguridad nacional y las más de 20 agencias de seguridad y espionaje de EU se encontraban en Panamá para la “protección” del Presidente estadounidense. Los cuerpos de seguridad nacional se encargan de iniciar la represión del movimiento popular.
En la Universidad Nacional se produce un apagón generalizado que es aprovechado para asesinar a Jorge Camacho y herir a varios militantes de las organizaciones populares. Así, proceden a asesinar y herir a varios estudiantes del movimiento popular (principalmente del FER-29) en la Universidad de Panamá, al mismo tiempo que desatan una cacería de dirigentes obreros e intelectuales. La brutal represión ejecutada en la Universidad de Panamá produce muertos y heridos.
El Movimiento de Liberación Nacional 29 de Noviembre (MLN-29), frente a la brutal represión, le presta ayuda solidaria a las organizaciones populares fraternales. Es así que el MLN-29 logra constatar el fallecimiento del dirigente Jorge Camacho. Existían fuertes rumores de que el dirigente estaba vivo y siendo torturado, ya que había sido llevado herido al hospital. Por esa razón, el MLN-29 logra evacuar a varios de los militantes heridos con arma de fuego de los hospitales y llevarlos a lugar seguro, donde se le brinda atención médica. Otros militantes que no habían sido hospitalizados también reciben el apoyo del MLN-29. A pesar de la brutal represión y de las maniobras de búsqueda y cerco de los organismos de seguridad nacional y de EU ninguno de los dirigentes que fueron atendidos por el MLN-29 pudieron ser detenidos por las fuerzas represivas. El MLN-29 garantizó la seguridad de los militantes populares heridos y los protegió hasta su recuperación total.
Estos hechos de violencia tenían el fin primordial de cerrar la universidad y colegios secundarios al mismo tiempo que el asesinato de dirigentes populares que, como Jorge Camacho, habían demostrado convicciones revolucionarias, que no podía ser comprado por el Gobierno, y por eso había que eliminarlo. Pero a pesar de la violencia desatada, las organizaciones populares lograron salir más fortalecidas.
En cambio, las dirigencias entregadas a los intereses del Gobierno finalmente desaparecen, como la dirigencia de la FEP y el FRU (Frente de Reforma Universitario).
Posteriormente, en la vista fiscal del 22 de julio de 1991 se solicita un auto de enjuiciamiento a los implicados en el asesinato de Jorge Camacho. El 28 de septiembre de 1994, durante el Gobierno del presidente Ernesto Pérez Balladares, se indulta a los implicados en el crimen dejando este sin castigo.
Fuente: https://www.prensa.com/impresa/opinion/asesinato-Jorge-Camacho_0_3136936442.html