El estudio llega en un momento crítico para las aves de Isla Bona, que es hogar de miles de aves marinas de al menos 4 distintas especies. Con una ubicación privilegiada cerca del Canal de Panamá, a solo 10 millas náuticas de Taboga, una popular isla turística, Bona enfrenta presiones de desarrollo cuando podría ser una atracción ideal para la creciente industria del ecoturismo en Panamá. Isla Otoque, la isla mas cercana, se beneficiaria directamente de este turismo, aumentando la venta de servicios como restaurantes, tours de avistamiento, etc. dentro de la comunidad. “Si reunimos suficientes datos valiosos sobre las aves, y trabajando con grupos conservacionistas podemos dirigirnos al Ministerio de Ambiente con una propuesta para crear un Refugio de Vida Silvestre”, comentó Héctor Guzmán, biólogo marino del Smithsonian en Panamá, cuyo programa de aves marinas comprende el análisis de genética de poblaciones, interacción con pescadores, un estudio del impacto de los plástico y utiliza drones para contar y estimar las poblaciones. “Esto nos permitiría continuar la investigación a largo plazo y haría posible que Panamá promoviera el turismo de observación de aves en la isla”. |