Mucho se está comentando sobre los peligros que trae consigo Internet, en especial lo relacionado con determinados contenidos de cara a la navegación indiscriminada, por parte de los menores. A través de la red podemos imaginar una gran travesía, si vamos hacia un lado podemos ingresar a la mayor biblioteca del mundo y si vamos hacia el otro, nos encontramos paseando por los museos más espectaculares, y por si esto fuera poco, con un simple click podemos visitar cualquier país del mundo que se nos antoje. En definitiva, un recurso espectacular. Pero claro, por otro lado, oímos hablar (y somos consientes) de la existencia de contenidos dañinos como fanatismo, pornografía, pederastia, estafas, violencia, que también se encuentran al alcance de un simple toque de ratón.
Es decir, los niños tienen que ir aprendiendo de la mano de los adultos aquello que está bien y lo que está mal, lo que es peligroso y lo que no lo es. No perdamos de vista que actualmente varios colegios vienen implementando experiencias muy interesantes relacionadas con el uso de las redes sociales.
En este sentido la recomendación es que, al igual que educamos a los niños en muchos otros aspectos de la vida, es necesario ir acostumbrándonos a educarlos en la navegación por Internet, incluso ir un poco más allá, educarlos en el uso de las tecnologías.
Es más, hay centros educativos que gracias a las redes sociales, han organizado estructuras dentro de sus clases para la elaboración de trabajos en equipo, de forma totalmente online, razón por la cual hay que trabajar seriamente en el uso y orientación que se le dá a estas herramientas ya que al fin y al cabo es la forma como se desempeñarán en el ámbito laboral.
Algunos de estos centros de formación utilizan herramientas como el correo electrónico, el chat, los foros, incluso sistemas de mensajería instantánea como messenger o yahoo para realizar determinados trabajos dentro del aula. Pero también vienen recurriendo a redes sociales como Facebook, MySpace, Twitter, Sonico, Hi5, etc., medios que no suelen ser muy recomendados por su carácter público y su orientación mas acentuada con la socialización casual y misceláneos, e incluso para darle este uso, deben ser configuradas para restringir el acceso a los datos personales.
Por lo tanto, lo ideal sería, para los centros educativos, crear redes privadas (exclusivas para determinados entornos o grupos de trabajo) dado que este tipo de redes garantizan buenos niveles de privacidad; o en su defecto implementar otros recursos que les permitan acceder a la Internet de forma segura para los menores.